Cuando se acerca una temporada de exámenes, ya sea para aprobar un parcial o ser admitido en una universidad o institución lo más seguro es que tus nervios se pongan de punta, si es el caso y no quieres que se te olviden las cosas el momento de realizar un examen entonces lo que debes hacer es prepararte de manera efectiva para poder presentarte, por eso te traemos estos 7 tips de estudio efectivo para que aprendas mejor un tema.
Antes que otra cosa deja que te hable de la necesidad de tener calma al momento de realizar una prueba, no importa si ésta es deportiva, cognitiva o de habilidad, lo primordial para salir con éxito, de lo que sea que se te ponga en frente, se encuentra en la unión entre concentración y calma, por ello los consejos que te dejamos a continuación se centran en:
Enseñar a tu mente a concentrarse y a estar calmada para que las respuestas correctas a las preguntas que debes responder acudan a ti de manera fluida.
Existen numerosas técnicas de estudio para poder dominar un tema, pero el aprendizaje profundo, que es lo que más te sirve al momento de responder un examen o poner a prueba tus habilidades se obtiene siguiendo algunos hábitos que junto con técnicas como:
- Elaboración de mapas mentales.
- Cuadros sinópticos.
- Resúmenes.
Estos hábitos te pueden ser de mucha utilidad, para concentrarte, tener calma y responder adecuadamente un examen.
¿Cómo estudiar bien? Para un examen y para cualquier actividad
Es bien sabido que la práctica hace al maestro, lo que significa que lo mejor que se puede hacer para tener un conocimiento y que no se vaya de tu mente nunca es estudiar y practicar, por algo dicen que lo bien aprendido jamás se olvida, así que aquí te dejamos unos tips para estudiar mejor, pasar tus exámenes y aprender bien cualquier tema que te propongas.
Es muy importante que entiendas que el estudio es un hábito, por lo que estudiar bien supone en buena medida cambiar algunos aspectos de tu vida que te servirán en todo momento y lugar y no sólo cuando te preparas para una prueba o examen.
1. Destina un lugar para estudiar
Los seres humanos somos seres de hábitos, nuestro cerebro funciona mediante costumbres que nos permiten hacer algunas cosas mecánicamente, si lo piensas con atención la mayoría de los movimientos que hacemos durante el día los hacemos sin pensar porque ya sabemos lo que corresponde hacer en determinadas situaciones.
Si tienes posibilidad de elegir un lugar silencioso, ordenado y bien iluminado, hazlo, el peor enemigo de la concentración son los distractores y la buena iluminación ayuda a la concentración y a la sensación de que es momento de prestar atención y no de relajarse o dormir, el estudio se da con todos los sentidos dispuestos para aprender mejor un tema.
Es necesario enseñar a nuestra mente que debe concentrarse para aprender mejor un tema, una forma de habituarnos a estar concentrados consiste en tener un sitio para estudiar, así cada vez que te sientes en el lugar que has destinado para el estudio tu cerebro sabrá inmediatamente que es el momento de prestar atención y que lo que viene debe ser procesado y guardado en la memoria.
Cuando un niño comienza a caminar debe prestar mucha atención en el movimiento que va a realizar con cada paso que da, por ello sus movimientos suelen ser lentos, una vez que el cerebro ya ha aprendido cómo se hace el niño camina sin necesidad de reflexionar en cada instante de lo que supone caminar, lo mismo ocurre con el estudio.
Si estudias en cualquier parte, el trabajo que deberás hacer para comenzar a concentrarte será mayor, en cambio si destinas un sitio, tú sabrás sin tener que pensar mucho en ello que es momento para concentrarse y conservar la información que se recibe, al principio puede ser un poco tardado, pero con el tiempo la costumbre te ayudará a concentrarte más rápido.
2. Evita distractores
Si ya destinaste un lugar para estudiar, procura que este sitio sea sólo para estudiar y no lleves contigo distractores que te impidan concentrarte adecuadamente, si al mismo tiempo que intentas estudiar pones música o enciendes la Tv en lugar de concentrarte en el tema que se supone estás estudiando estás enviando una señal a tu cerebro de que lo estudiado no es algo primordial.
Los distractores como el celular o las redes sociales son el mayor enemigo de la concentración, pues te impiden asimilar lo que quieres aprender, así que si puedes silenciar tu teléfono mientras estás estudiando hazlo, ya que inconscientemente establecemos prioridades y al estar atendiendo notificaciones nos estamos diciendo que lo estudiado no importa, por lo que no merece ser recordado.
En la medida en que evites las distracciones al momento de estudiar irás comprendiendo mejor lo que quieres aprender, de modo que los temas se te harán más sencillos de asimilar, así que prueba estudiar sin distractores y analiza qué tan fácil te resulta recordar lo que aprendes cuando lo haces de esta manera.
3. Organiza horarios con periodos de descanso
Para ser un buen estudiante es necesario tener orden y eso no sólo aplica al sitio que debes elegir para estudiar también al tiempo que destinas para ello, lo mejor que puedes hacer antes de comenzar a estudiar es poner un horario que incluya periodos de descanso.
Aprender bien un tema no se trata de matarse durante horas para acabar exhaustos y sin ganas de recordar lo que debemos aprender, el trabajo en exceso impide que la información llegue a donde debe llegar para que ésta pueda ser recordada en el momento en que lo necesitamos.
Dejar fuera los periodos de descanso para tratar de aprender bien un tema es lo peor que puedes hacer, un estudiante cansado o hambriento no aprende bien, ya que la prioridad del organismo no será asimilar contenidos, sino conservar la energía necesaria para mantenerse con vida.
Tampoco se trata de tener largos periodos de descanso y casi nada de trabajo, es absurdo pensar que vamos a descansar cuando ni siquiera hemos trabajado para cansarnos un poco.
Establece tiempos de estudio con periodos de descanso, puedes usar pomodoros para ello, es decir establecer periodos de 25 minutos de trabajo por 5 minutos de descanso, los cuales sirven para estirase un poco o relajar los ojos cuando han estado expuestos a la luz de las pantallas, el tiempo destinado para estudiar depende de tu capacidad de concentración, y ésta se va entrenando poco a poco.
4. Has un organigrama de temas
El orden en el espacio y en el tiempo de estudio se debe extender más allá de las sesiones de trabajo, por ello es importante que establezcas un orden en los temas que vas a estudiar, así evitarás saltar de un tema a otro y evitas exponerte al olvido de lo que estás tratando de aprender.
Una manera de comenzar a comprender el tema que deseas aprender bien comienza en el orden en que éste debe ser aprendido, de modo que para organizar tus sesiones de estudio deberás analizar primero qué subtemas abarca lo que quieres saber, hacer esto con antelación te dará una visión panorámica de lo que debes aprender para dominar realmente una materia de estudio.
La visión panorámica te permitirá a su vez establecer un orden en cuanto a las sesiones y tiempos de estudio y te permitirá ver cómo es que estás avanzando en el estudio de lo que quieres manejar como un experto.
Procura escribir los temas y subtemas que debes estudiar y marca en un calendario o agenda el momento en que debes trabajarlos, hacerlo por escrito te permitirá ocupar una mínima parte del tiempo de tus sesiones de estudio en ver qué es lo que te toca hacer, además de que te ayuda a ver los logros que ya tienes y a sentir la satisfacción que dan las metas cumplidas.
5. Establece metas realizables
Un enemigo poderoso del estudio es el desconocimiento de los logros, ya que éste se trasforma en frustración e impide la asimilación de los temas, cuando nos decimos que no podemos entender una materia nos programamos para que ésta nos resulta más difícil de lo que es.
Para que tus logros al estudiar te queden claros, lo primero que debes hacer es establecer metas alcanzables, no pretendas comprender asuntos complejos si no has trabajado con lo simple, antes de establecer una meta procura evaluar qué es lo que sabes y qué es lo que falta, realiza una autoevaluación sobre tus conocimientos y determina lo que debes saber para lograr tu meta final.
Para poder recorrer un camino largo de manera constante y sin sentir fatiga al hacerlo, lo que debes hacer es marcar pequeñas metas parciales que te indiquen si vas bien, lo que te falta para aprender y lo que ya llevas aprendido.
El estudio efectivo sobre un tema no es algo lineal, por lo que debes entender que al establecer metas debes ser flexible, pero no tanto como para perderte en el camino y distraerte con otras cosas, evalúa constantemente cómo vas y si cambias de meta vuelve a trazar el camino para que al final evites la frustración y las ganas de dejar de estudiar.
Para estudiar efectivamente es muy importante sentir ánimo con el trabajo que se está realizando, si perdemos el interés por estudiar, entonces el aprendizaje sobre un tema se pierde.
6. Escribe un ensayo o prepara una exposición sobre el tema
La mejor forma de ver si has comprendido bien un tema o no es comprobando tu capacidad para exponer lo que sabes sin problemas, no se trata de repetir las ideas que vienen en los libros o lo que dice el profesor en la clase, se trata de poder responder a las preguntas que nos plantea el tema y que nos harían a nosotros en caso de ser los expositores del mismo.
Al tratar de escribir un ensayo o de preparar una exposición sobre el tema que hemos estado estudiando saldrán a la luz preguntas sobre el mismo que quizá no nos habíamos planteado, la posibilidad de responder a dichas preguntas indica la asimilación real sobre el asunto.
Sólo hay que tener cuidado al momento de escribir o preparar una exposición sobre un tema, ya que lo primero que sentimos cuando hemos terminado de escribir o preparar la exposición es que todo ha quedado claro, esto se debe a que sentimos que lo que decimos al escribir o exponer es realmente comprensible para nosotros, en tanto que hemos estado estudiando el tema, pero eso no supone que logremos explicarlo a los demás.
Lo mejor que podemos hacer al terminar de escribir o preparar una exposición es tomar un descanso y después de éste regresar sobre el trabajo hecho para notar lo que decimos. Te sorprenderá la cantidad de correcciones que lograrás hacer al leer en voz alta tu trabajo o escucharte exponiendo si es que te tomas un video haciéndolo.
7. Repasa lo que consideres necesario
Una vez que revisas el trabajo que haces sobre el tema que estás estudiando es posible que plantees una serie de preguntas sobre el tema, procura redactar unas cuantas preguntas sobre lo que dices en tu trabajo o exposición, de preferencia escribe esas preguntas y léelas con atención.
Al preguntar sobre lo que has estado estudiando verás que hay algunos detalles que necesitan un poco de atención, regresa sobre esos detalles y consigue la comprensión profunda sobre el tema que estás estudiando.
Lo mejor que puedes hacer para que no se empalme el tiempo de repaso con el tiempo de las sesiones de estudio es contemplar el ejercicio de revisar lo que sabes dentro de tu organigrama de estudio, el repaso también es importante y no debe ocupar espacios destinados al descanso o al estudio de otros temas.
Aunque algunos de los consejos que ahora te dejamos tienen la pinta de ser tediosos o de ser meras pérdidas de tiempo, considera que se pierde más tiempo al tratar de estudiar sin haber aprendido antes a concentrarnos y sin tener metas claras de lo que se pretende alcanzar, cuando estudiamos por que no tenemos otra cosa que hacer o lo hacemos desordenadamente no aprendemos bien un tema, por eso hay ocasiones en que al prepararnos para un examen parece que sabemos, respondemos al mismo y al salir se nos ha olvidado lo que habíamos «Estudiado», lo mejor es apostar por hábitos de estudio efectivos que nos den un camino claro al momento de adquirir conocimientos.