Tanto niños como adultos se enfrentan en algún momento a la necesidad de mejorar su letra, por ello no es de extrañar que busquemos ejercicios de caligrafía para mejorar la letra y hacerla bonita, siempre con la esperanza de que tras algunos intentos se hagan importantes progresos, tanto como para conseguir que alguien tome apuntes en la escuela rápidamente sin deformar su letra.
Pero, hay ocasiones en que las esperanzas de tener una letra legible y hasta digna de aparecer en las tarjetas de felicitación se empiezan a desvanecer por ver que, por más ejercicios de caligrafía para imprimir que se hagan, no se consiguen los progresos deseados en poco tiempo o en el tiempo deseado como para dejar de recibir las críticas de maestros o compañeros.
Si de verdad queremos tener una bella letra, no basta con repasar los ejercicios de caligrafía que encontramos en internet, las hojas e interactivos para imprimir son buenas opciones, pero nos acostumbran a repasar trazos ya hechos por alguien más, lo que nos hace dejar de lado un aspecto importante de la letra: ésta es personal, y revela lo que somos y cómo nos sentimos, aspecto que la letra trazada en las hojas de caligrafía para imprimir, no toma en cuenta.
El proceso de aprender a escribir
Cuando los niños entran en la escuela, una de las mayores ilusiones de los padres es que la letra de los pequeños sea bonita, pero los niños pequeños deben aprender diversas habilidades para mejorar los trazos que eventualmente se convertirán en la base de apuntes bien hechos y de cuadernos presentables.
Un cuaderno ordenado y con buena letra señala que quien lo hizo es capaz de prestar atención a los detalles, por eso a veces exigimos de los educandos lo que aún no son capaces de dar y esperamos que sus libretas sean perfectas, tal y como las haría un adulto ya maduro que es capaz de concentrarse en lo que escribe al mismo tiempo que lo hace con una letra bonita.
En el proceso de la escritura, lo primordial es el ejercicio, los pequeños que no saben escribir deben primero aprender a sujetar su lápiz y a detener el cuaderno o la hoja sobre la que escriben sin dificultad, esta tarea se aprende poco a poco y con ejercicios de maduración que se concentran en la coordinación fina.
Algunos ejercicios de coordinación que ayudan con la composición de la letra, para que ésta sea bella es el trazo de círculos y líneas, rectas y curvas, con esos trazos iniciales es posible ir construyendo cada una de las letras que forman el abecedario, por ello para tener buena letra es importante ejercitar el trazo de las figuras básicas en la superficie en la que se escribirá algo.
6 consejos de caligrafía para hacer la letra bonita
Independientemente de la edad que tengas, siempre tienes la posibilidad de mejorar tu letra rápidamente para que al final de un curso, cuando llega el momento de los exámenes, seas capaz de entender muy bien los apuntes que realizaste, ya que de nada te sirve un conjunto de apuntes a los que no le entiendes nada, así que veamos qué es lo que debes hacer para mejorar tu letra de manera rápida y efectiva.
1. No te cases con los libros de caligrafía
En el mercado existen muchos libros con ejercicios de caligrafía, como los cuadernos Rubio, en los que encontrarás muchos ejercicios para repasar la correcta escritura de las letras, si bien estos libros ayudan a mejorar la letra, lo cierto es que no te dan independencia como para escribir fluidamente.
Cuando te malacostumbras a tener las líneas pre trazadas de lo que vas de escribir en el momento en que te enfrentas a la hoja en blanco, comenzarás a escribir muy despacio, sin la seguridad que requiere la escritura al momento de tomar apuntes o deformarás la letra con tal de escribir todo lo que escuchas.
Así que, aunque estos libros son de ayuda cuando a penas estamos aprendiendo a trazar las letras, cada una tiene un camino que se debe seguir para poder escribirla bellamente, lo mejor que puedes hacer es pensar en ejercicios que te den cierta independencia y que te acerquen a momentos de la vida real en los que tienes necesidad de escribir algo para poder leerlo después, como ocurre con la lista de compras por ejemplo.
2. Cuida tu postura al escribir
Si de verdad quieres mejorar tu letra rápidamente, debes cuidar de tu postura al hacerlo, presta atención a los músculos que movemos cuando escribimos, verás que no se trata sólo de los dedos de la mano y de la muñeca, también movemos músculos del brazo, del hombro y hasta de la espalda, por lo que al momento de escribir es muy importante tener la espalda derecha, los brazos cómodos y los dedos sujetando correctamente al lápiz o pluma.
La postura correcta para escribir mantiene la espalda derecha y el cuello recto, una mala postura al momento de escribir se ve reflejada en la letra trazada, así que para escribir bellamente es muy importante cuidar de la postura del cuerpo desde la coronilla hasta los pies.
3. Ejercita los trazos básicos
Quienes usamos el abecedario escribimos usando como base algunos trazos que al ser repetidos con regularidad nos ayudarán a mejorar la letra, a saber, los trazos son círculos, líneas rectas, curvas y diagonales, por eso si quieres mejorar tu letra procura hacer un conjunto de círculos, líneas, curvas o diagonales diariamente.
Al principio lo harás con cierta lentitud, pero con el paso del tiempo los trazos que hagas serán cada vez mejores y más precisos, de modo que podrás mejorar tu letra rápidamente, y usar esta habilidad para entender lo que escribiste hace meses sin problemas.
4. Cuida tu escritura en todo momento
De nada sirve que procures hacer una letra legible al momento de hacer ejercicios de caligrafía, si no lo haces una vez que ya terminaste esos ejercicios, es decir, no tiene caso que los trazos que te pongas a hacer durante los ejercicios de caligrafía los hagas cuidadosamente si al tratar de tomar apuntes no tomas en cuenta las correcciones de postura o sujeción del lápiz o la pluma que vas haciendo cuando ejercitas caligrafía.
Dejar la letra bonita cuando hacemos ejercicios para mejorar la letra es como ir al gimnasio, hacer ejercicio y terminar comiendo alimentos ricos en calorías para recuperar lo quemado. Así como sólo hacer ejercicio sin dieta no funciona, procurar tener una letra bonita sólo al practicar caligrafía no mejora tu letra.
5. Escribe lo más que puedas a mano
Aunque en la escuela nos vemos en la necesidad de escribir con frecuencia, lo cierto es que las herramientas digitales que tenemos al alcance de la mano nos libran de tareas tan cotidianas como escribir, por ejemplo, con los asistentes de voz es muy complicado que ahora haya quien decida mantener el hábito de escribir en papel la lista de las compras, y aunque ejercitar la escritura no se trata de tener listas de compras con la letra más bella del mundo, sí es importante ejercitar la escritura.
Puedes escribir un diario o las ideas que se te vayan ocurriendo durante el día, quizá al releerlas te des cuenta de que puedes hacer algo grande e interesante, y al poder leer lo que escribiste podrás sentir la satisfacción de tener una mejor letra y de que no haber dejado que alguna idea se te escapara.
Lleva contigo lápiz y papel para que escribas todo lo que puedas, lo más que puedas, siempre cuidando tu postura y tu forma de tomar el instrumento con el que escribes, no es lo mismo escribir a lápiz que a pluma o usando un plumón. Tu mano necesita acomodarse a cada herramienta que le presentas para escribir y tu cuerpo también debe acomodarse, no es lo mismo escribir en una libreta en posición horizontal y sentado que de pie en una fila y con la libreta sobre una mano mientras escribes con la otra, así que practica siempre que puedas y lo más que puedas.
6. Propón temas de escritura creativa
Si estás trabajando caligrafía con niños que necesitan mejorar su letra, procura proponerles ejercicios de escritura creativa, les puedes pedir que redacten un cuento, un chiste o una anécdota, así estimulas su imaginación, su capacidad para hilar razonamientos y el uso de una letra bonita mientras van plasmando sus ideas.
Ahora que ya sabes cómo mejorar tu letra o la de tus pequeños en poco tiempo es hora de ponerse manos a la obra y escribir lo más posible, lleva un diario, anota lo que te importa en cada día que vas viviendo o escribe cartas que salgan de tu puño y letra mientras vas formando tu propio estilo como caligrafista.