El ensayo es un texto literario, definido por Alfonso Reyes como el centauro de los géneros, si quieres hacer un buen ensayo sólo debes seguir los siguientes pasos para que tu redacción sea pulcra y que tus ideas sean claras al momento en que las expones.
Lo primero que debes tener en cuenta es que no es lo mismo exponer por escrito una idea que explicarla de viva voz. Al escribir un ensayo debes tener presente la necesidad de revisar en varias ocasiones la redacción de tus ideas para que no cometas errores de sintaxis, ortográficos o que tus ideas se malinterpreten debido a que pueden significar dos cosas diferentes.
Cuando expones una idea de viva voz tienes la posibilidad de aclarar aquellos puntos que no se comprenden, en cuanto vez la cara de tu interlocutor notas cuando te entiende y cuando no, pero al dejar un texto éste queda solo ante las ideas previas que ya tiene el lector sobre el asunto que tratas.
Escribir es un arte, debes pensar para quién estás escribiendo, redactar tus ideas con claridad y regresar a corregir sobre lo ya escrito, si lo consideras necesario, por tanto escribir un ensayo es un trabajo que toma tiempo y que nunca saldrá de la pluma del escritor a la primera, al menos no si lo que deseas entregar al lector es un trabajo bien hecho.
1. Construye a tu lector
Los seres humanos somos diversos, pero tenemos intereses en común, esos intereses nos ayudan a sentirnos identificados como para entender qué es lo que necesita o debe escuchar el otro al momento de leer un ensayo. Considera que al escribir un ensayo para que alguien más lo lea, o para que tú le des lectura más adelante es muy importante que tengas en cuenta lo que quieres y te interesa saber sobre un tema en específico.
Imagina a tu lector y la disposición con la que se acercará a leerte, será una persona curiosa, distraída, atenta a los detalles, experta en el tema o quizá es alguien que por primera vez se enterará de algo que ocurre en el mundo, del lector dependen aspectos como el lenguaje que usarás que en el ensayo o el mensaje que deseas trasmitir.
2. Elige bien el tema y decide los subtemas
Al momento de escribir es muy fácil perderse y desviarse del tema, quizá comiences hablando sobre los elefantes y termines relatando la historia de los fenicios, debido a que esta civilización llegó a emplear elefantes; para evitar estos extravíos es muy importante que pienses en el tema y en los subtemas que abordarás en tu ensayo.
Procura anotar el camino que vas a seguir, si te empeñas en mantener ese camino en tu cabeza no llegarás muy lejos sin extraviarte en el tema, especialmente porque al escribir vamos articulando el discurso en nuestra mente y como ocurre con todo discurso a veces nos saltan ideas que nos distraen y que nos llevan a hablar de otros asuntos.
Puedes ser flexible al momento de redactar tu ensayo, pero tener presentes los temas y subtemas tu ayudará a regresar al asunto que estás tratando sin tener que ocupar mucho tiempo para ello.
3. Investiga sobre el tema elegido sin dejar de tener presentes los subtemas
Si ya elegiste el tema que vas a abordar y ya escribiste los subtemas que compondrán el cuerpo de tu ensayo, es recomendable investigar un poco más sobre aquello que ya sabes un tanto.
Probablemente al plantearte el camino de tu argumentación te des cuenta de que hay algunos asuntos para trabajarse mejor y lograr una buena redacción, si es el caso investiga un poco, pero no te dejes distraer demasiado, recuerda que debes terminar tu ensayo para ver qué tanto has aprendido sobre un tema, en caso de que sea para ti, o para explicar ese tema a quien no lo conoce tanto, en caso que sea para alguien más.
4. Desarrolla cada idea
Una vez que ya tienes trazado el camino de temas y subtemas que tratarás en tu ensayo y que ya has investigado lo que te hacía falta, debes desarrollar cada uno de los subtemas sin caer en redundancias, la repetición de las ideas debe darse sólo cuando es necesario y no en todo momento.
Ser repetitivos sólo muestra inseguridad respecto al tema que presentas y ésta se alimenta de la falta de conocimiento o calma para redactar tu trabajo.
Procura desarrollar cada idea para no dejar nada al aire, también dar por supuestos algunos conceptos que resulten fundamentales en tu tema es perjudicial para la buena comprensión de lo que escribes, puedes apoyarte en citas textuales para explicar lo que necesitas o para demostrar alguna idea, recuerda que tomar ideas de otros autores y no citarlos es plagio.
5. Lee lo que escribiste y presta atención a lo que aprendiste al ensayar tu idea
Procura hacer una lectura en voz alta de tu ensayo, así notarás los errores que cometiste al redactar, que pueden ser ortográficos o de sintaxis o puedes darte cuenta de las frases que son repetitivas en el cuerpo de tu texto, además lograrás ver a qué llegas con el desarrollo que has hecho de las ideas y notarás si hay una real conexión entre las mismas.
La lectura del trabajo que redactas debe hacerse de preferencia unas horas después de que has terminado, si haces esta lectura inmediatamente notarás algunos problemas en la redacción, pero al tener frescas las ideas que acabas de exponer no verás los problemas argumentativos en tu texto.
6. Redacta la conclusión a la que llegaste
La lectura del desarrollo de tus ideas te ayuda a tener conciencia sobre la conclusión a la que llegas, es probable que las consecuencias de tus argumentos no las esperes desde el principio, y también lo es que aquello que pensabas demostrar no sea consecuencia lógica de lo que escribiste.
Al leer y pensar nuevamente tu texto te encuentras con el momento de redactar la culminación de tu trabajo. Puedes ver más consejos de cómo hacer una conclusión ideal.
Como te habrás dado cuenta un ensayo supone una constante relectura de lo que has escrito para poder expresar mejor las ideas que deseas plasmar en el mismo, por ello es muy importante hacer borradores y trabajar cada ensayo con tiempo.
7. Regresa al inicio y redacta la introducción
Tal vez te parezca extraño que te sugiera hacer la introducción de tu texto al final del mismo, pero ten en cuenta que una buena introducción le dice al lector, qué va a leer, cómo están acomodadas las ideas y por qué has decidido escribir sobre ese tema y el camino que realizas al relacionar los temas con los subtemas.
No puedes indicar esos detalles cuando aún no los tienes presentes, porque no los has hecho ni los haz revisado, por eso aunque al inicio de la redacción de un ensayo hagas una breve introducción es muy importante regresar sobre tus pasos para ver qué se queda y qué se va.
8. Lee todo lo que escribiste
Si ya has terminado de redactar la introducción, el desarrollo y la conclusión de un ensayo, si ya pusiste las citas textuales que consideraste pertinentes, entonces llegó el momento de evaluar tu trabajo completo y para ello lo que hay que hacer es releer.
Nuevamente toma una pausa respecto a la redacción de tu ensayo y después de ésta da una lectura al trabajo completo, al hacerlo quizá notes correcciones necesarias o ideas que deben tratarse más o son repetitivas, corrige lo que creas necesario y ten presente que lo que haces es un ensayo por lo que no tiene nada de malo regresar sobre lo ya hecho cuantas veces sea necesario.